30.10.12


Después de caminar sin rumbo
me detengo a percibir en silencio
de la manera más intensa
todos los recuerdos de los eventos
que aquí mismo, puedo sentir, y saber
que están por llegar a mi.

Detrás del espejo no hay nada

Mi rumbo es el espacio,
y por ahí es por donde voy,
hacia ningún lado corro y me estiro para saber
que la nebulosa puede fluir y deshacerse con naturalidad
buscando huecos en el aire

No me detengo más
para saber que no estoy,
y que dejo de estar cuando entro.

Ahí es muy profundo
y se siente al respirar
el olor a la nada que se aproxima,
el desvanecimiento inminente de todo

el desapegue de las personas, la calma, y el viento.

No siempre buscas estar en un mismo lugar,
y te encuentras al despertar
con la nueva luz y los bichitos de los ojos

Ahora puedo distinguir que lo que
me aturde es no saber, no conocer de cerca a lo que ahora
me inquieta y me sofoca

Contra la pared, tirado en el suelo
logre dibujar algunos garabatos

Yo quiero captar la energía bien direccionada,
quiero sumergirme en el mar,
y no olvidar por nunca lo que una vez me dijiste

No atribuyo nada a nadie, pero busco una mirada,
no un limite, una gota de sudor, un suspiro, un momento.
Compartir el tiempo y desanudar toda la angustia
que nos convoca en estos tiempos.

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