18.12.09

miedo

No te vayas.
No quiero pensar tanto, quiero caer ahora.
Todos esos momentos.

A veces todas esas cuestiones no son perfectas y lo digo con orgullo.
Todo lo que entraba, todo lo que ahora concluía, me abría un montón de cosas.
Un montón de cosas, un segundo, y me cuesta una sacudida.
Yo no puedo entenderlo.

Me impresiona tu cara, y todo eso que traes.
Ahora puedo entender porque yo sabía que era raro.

Quiero dejar de pensar tanto.
Voy a explotar esta semana,
y mis restos serán descompuestos hasta desaparecer,
este mes.

Yo no puedo creer, no me entra claramente esa idea.
Que bueno que todo esto haya pasado.
Es impresionante.

No podía estar más perdido.
Yo sé como veía y me derretía, pero no podía dejar de pensar.
Estaba conforme y sabía que nada nunca nos íba a entrelazar.
Yo sé que es mucho tiempo, yo no puedo creer.

Voy a salir a olvidar,
y tengo razones por las que tarde en decirte,
pero no quiero recordarlas.

La etimología de los sueños.
El humo, el paisaje de chapas y cables en el cielo, en la lluvia.
Ya todos lo hemos visto todos.
Estoy desprovisto ahora.
¿Qué es lo que pasó?

No sé, no importa, ya está.
Quiero sentarme y partirme en dos esa esfera de ilusiones, mirar tus rasgos y olvidar lo que te iba a decir, en silencio.
Siempre.

10.12.09

.

Me gustan las luces tenues.
Me gusta ver tu cara con esta iluminación.
Nunca podré olvidar nada de todo esto.
Somos organismos complejos,
difíciles de habitar.
Aún siento en lo profundo, el sonido de los intermitentes y agitados latidos.
- Yo no puedo ver esa película sin llorar, me siento tan identificado, que me da miedo.

Era un día, en el camina de cemento, "a mi los árboles me encantan", me son inspiradoras sus irregularidades y relieves.
- Tienen demasiada vida.
Todavía pueden florecer.
Siempre estás a tiempo.
Quiero sentir un frío disonante y conocerte en tu totalidad, saber como petrificar las venas y volver en ramas firmes y vivas.
Hay tanto que quiero decirte.
Me gustan las nubes como están, tengo que asomarme para ver el rectángulito de cielo que espera ahí.
Mojaba mi cabeza agachado en la lluvia de la ducha, y podía saber que todo es hermoso,
que esto es muy lindo.
Mi casa es un cajonsito, dije.
Es muy distinto, esto nunca me pasó, puedo asegurarlo y puedo asegurar tantas cosas.
Nos atribuimos inmortalidad en la memoria y nada nunca será devaluado.