26.9.11

latidos del corazón

Dormir eternamente es llorar por los rincones del subte,
es amar los paralelismos galácticos que implica vivir despierto.

Incluso, puedo verla despertar de sus sueños más eróticos.
Más allá de todo, puedo saber que es verdad que el aire se respira más denso,
que la tranquilidad es cercana y todo lo que sabemos se hace de formas distintas, para así poder adaptarse a el hábitat de la habitación.

Solo a veces es profunda la lluvia,
solo a veces es estremecedor el silencio en la oscuridad,
intento llegar...
Estábamos enamorados.

Nos fuimos sin despertar

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